El patio de atrás



Creo no importa lo que haga que nunca va a ser suficiente. ¿Será la culpa solo mía, será la de los demás? no tengo ni la mas minima idea. Lo único claro es que ahora he estado pensando en dejar la tarea estresante de ser el del “señor bueno”, del “señor me esfuerzo por no ser un antipático” y decir y hacer lo que se me venga en gana. ¿Debería yo estallar? O no ¿para que? Si casi nunca pasa nada, haga lo que haga, me esfuerce lo que me esfuerce (mejor ahórrate el ataque de ansiedad). Pero para que preguntar ¿Por qué? Donde la lógica y el sentido común es tan imprecisa (creo que ya son muchos signos de interrogación para un párrafo), en fin haga lo que haga el resultado va a ser el mismo ¿no? (creo que ya ha sido suficiente) es decir, yo se que a veces me quejo mucho (a sí, no me digas) pero no lo hago para llamar la atención (OK ya basta)

En fin, Salí a patio trasero que estaba muy oscuro, en ese instante estaba tan enfadado o decepcionado por circunstancias generadoras de consecuencias repetitivas que no lograba entender la subjetividad de sus argumentos. Mientras cruzaba el fin del radio de luz del último foco me encontré en mi camino una especie de bestia, parecía un jabalí salvaje. Tenia el pelo erizado justo donde el torso ser une con la cabeza, sus ojos acuosos brillaban pero sus iris eran tan oscuras que no se alcanzaban a ver, su nariz emitía un extraño sonido mientras respiraba a nada parecido que yo haya escuchado antes. Al primer contacto visual comenzó a gruñir en señal de que estaba listo para atacar y lo primero que alcancé a notar fueron sus dientes, eran ridículamente blancos. En ese momento sentía tanta piedad por mi propia vida como una estatua a su adorador. Le respondí a su proposición de batalla con un tono de hostigado ya que desde el inicio ya estaba arto, “¡¿quieres jugar, Susy?! ¡Entonces vamos a jugar!” Tome rápidamente un rastrillo de metal que emitía un extraño brillo tenue. Aunque en ese momento pude haberme arrepentido ya era tarde, pero estaba puntual para “hombre y bestia al combate”. En un segundo yo alze el rastrillo y seguido de un grito le rasguñe la cara. El cerdo salvaje viró la cabeza gruñendo de dolor. Durante otro segundo yo mire mi rostro y la luna en cuarto creciente reflejados en un charco y note que la expresión era muy parecida al del jabalí, un rostro sin ojos y enfurecido. Otro segundo después me asuste de mi mismo y me pregunté a mismo que me estaba pasando, tal reflejo me distrajo, un segundo posterior la bestia me embistió. Sus dientes se acercaban centímetros a centímetros a mi cara, me hubiera mordido de nos ser que se detuvo por alguna extraña razón. Es como si algo lo hubiera jalado hacia atrás y luego se hubiera quejado del dolor.

Aproveche ese extraño retorcimiento del destino y lo golpeé con el rastrillo lo mas fuerte que pude muchas veces hasta que retrocedió para juntar fuerzas. El cerdo salvaje estaba muy adolorida pero aun así seguía en posición de ataque. Comencé a sentir algo de admiración por el animal, mientras este tomaba viada para arremeter contra mí de nuevo. El rastrillo el cual estaba resbaloso y el jabalí se abalanza en cima de mi otra vez, no se si vaya correr con tanta suerte esta vez. Mientras sus dientes agarraban el rastrillo cerca de mis manos, el incesante movimiento de sus patas me propinaba golpizas en la cara y en todo el cuerpo. Si no fuera por la adrenalina podría percibir con más claridad los moretones en todo mi cuerpo magullándose. Al mismo tiempo percibía una sombra se movía a toda velocidad pero, la verdad mi bajo intervalo de atención solo me permitía ocuparme del jabalí que quería destrozarme la cara con sus dientes. Escuchaba con un tono algo elocuente y demente frases raras: vergüenza y compostura, castración mental... debemos adorar a deidades de caderas anchas solo por que son el único soporte de la civilización ¿en realidad te gusta la civilización?... para jugar a ser dios el hombre debe estudiar bien sus limitaciones... y otras que no quiero mencionar porque no se que pensar acerca de ellas. ¿Acaso esta sombra fue lo que jalo la bestia hacia atrás? Al fin, alcancé a agarrar uno de sus colmillos y coordiné con mi pie para repeler al animal. Kilogramos de carne de cerdo salen disparados al aire mientras casi se disloca mi rodilla por hacer un esfuerzo tan grande. Mientras el cerdo cae yo estoy temblorosamente trato de levantarme. Y nos encontramos en la misma posición de batalla inicial solo que con laceraciones y moretones. Desde el ángulo del que me encontraba, la luz tocaba cabeza del jabalí. Pude ver sus ojos al fin y logre ver el vacío sin alma del animal, eran como un agujero negro lleno de nada que nunca se acababa (¿Haz estado en la nada? es interminable). Tal sensación provocó que inconcientemente soltara el rastrillo y este al caer el jabalí se alejo para desvanecerse en oscuridad que proveía una noche en cuarto creciente. En ese momento debería estar preguntándome ¿Qué rayos hacia un jabalí aquí? ¿Qué era esa sombra que hablaba? O simplemente ¡¿Qué carajo fue todo eso?! Pero en ese estaba tan exhausto y golpeado que ya no me importaba nada. Caí de rodillas por la debilidad y me senté en el suelo y me quede mirando la luna, completando su curvatura incompleta en mi mente.

Creo que uno tiende a mal interpretar la naturaleza de los pensamientos y referirlos como monstruos, tal vez si lo sean pero eso no quiere decir necesariamente que quieran destruirte. De ser así solo podría decir que te encuentras en la antesala de la paranoia. Supongo que no seria tan inútil seguir siendo el “señor bueno”. La verdad he tenido algo de suerte peleando contra estos monstruos (no es la primera vez) y creo que también tengo suerte de estar con vida ya que después de todo lo que me ha pasado me la he sacado barata (al menos eso dice mi terapeuta). Algo mas que agregar, nunca digas que no vale la pena ser buena persona, es muy común desperar en esta situación ya que por lo general no se retribuye inmediato pero si quizá en el momento justo en concordancia con el universo destino dios algo bueno la cosa es tendrás tu instante del escenario final que deseabas y te volverás conciente tu proeza. Mientras tanto solo queda dar tiempo al tiempo y transformar la esperanza en tu instinto de supervivencia. Y acerca de voz sombra, bueno creo que seria alargar mucho la historia, quizá lo muestre en otra entrega ya que trae muchas interrogantes que deberían ser respondidas (me hubiera mordido de nos ser que se detuvo por alguna extraña razón. Es como si algo lo hubiera jalado hacia atrás y luego se hubiera quejado del dolor.)


Natural


En circunstancias normales la gente actúa de manera natural. Cualquiera con una neurona puede sin mucho aspaviento sentir y expresar, especialmente a alguna persona en especial. A veces no estoy seguro si yo soy parte de la gente. Este asunto tan bizarro me lleva a casualidades muy raras. En circunstancias extrañas la gente no sabe actuar, bueno ahí yo actúo de manera natural. Siempre veo a todo el mundo comportándose de manera X para causar una reacción Y para luego obtener un resultado Z. Así como sucede en el cine y la televisión, ya se sobreentiende como debería de desarrollarse una escena, todo debe de parecer natural tal y como sucede en la vida real.

Todo parece según mi trastornada clarividencia ocurrir de manera natural, siempre ha de ocurrir lo mismo, de no ser así entonces estamos presentes ante una anomalía. Y bueno OK existen anomalías estas anomalías encuentran espacios con sus congeniares, para que se reúnan todos juntos a aullar a la luna y no ser naturales sino, ser ellos mismos. ¿Qué tal si eres una anomalía sin congéneres? ¿Qué pasa si eres precisamente antinatural en aspectos tan peculiares que en realidad no hay nadie que se parezca a ti? Quizá podrías crear una realidad paralela con leyes narcisistas y preceptos egocentristas. Quizá podrías convertirte en una especie de monstruo para oscurecer lo pusilánime y lastimero que eres y además proteger tú patético pasado como tu posesión más valiosa, ya la guardas y no se la muestras a nadie. Quizá la misantropía sea tu respuesta, pero recuerda que antes de jugar a ser dios un hombre debe conocer sus limitaciones.

Ahora solo estoy sentado en el suelo jugando una pelota de goma contra la pared mientras la sombra de las rejas paralelas me cubren. Para aun seguir diciendo que es mi culpa ya que después de todo es mi mente, a pesar de que esto no lo que deseo ya se ha hecho como una especie costumbre. Sucede una y otra vez para luego repetirse de nuevo con una definición distinta. Ni siquiera me atormenta que no pueda obtener lo que quiera sino el decepcionar la pobre alma transida que se fijo en mi, que ya estaba transida antes de conocerme. Creo que no se tratar a la gente porque mi mente parece estar en otro lugar la mayoría del tiempo. Creo que no se tratar a la gente y creo que necesito ayuda o quizá debería solucionarlo yo solo así como sucede en el cine y la televisión: a pesar de la retorcida personalidad del antihéroe en algún momento tiene determinación de transformarse de una especie de monstruo a un ser humano y sentir regocijarse de una emoción mutua, de decirle adiós a si mismo y darle a bienvenida a alguien mas. Ahora logro caer en cuenta que esta no es la primera vez que escribo acerca de este tema, una vez trato de buscar comprensión y aprobación. Quizá estoy intentando demasiado en el lugar equivocado. Y la gente cree que a mi no me importa nada y que actúo así por que eso es lo que me place. Ya desearía que fuera cierto, estoy atascado con esta moral y compasión, lo a veces me hace pensar que quizá no soy un caso perdido. Las sombras de las rejas paralelas se estan desvaneciendo, ya es tarde y esta anocheciendo, creo que eso todo por hoy.



El era un hombre callado


El era un hombre callado,

nadie conoce su paradero,

atascado en su escondite,

caído en una grieta.

En su reclusión de negación

siendo autónomo pero anónimo.

Con ideas enjauladas como animales,

supervigilante situacional,

tragándose su tensión y su fruición,

maquillando su propia dicción.

Ausencia de decibeles en su voz,

el temor secuestro su lengua,

no pudo aguantar la presión

de lo que suele ser descomunal.

Desguarecido en la multitud,

no lo intentes entender,

solo sigue tu camino,

mientras tus ojos lo consuman

desvaneciéndose en la distancia.

En el quimérico evento de colisión,

haz de pedir demasiado de inmediato

para desatar su auto-confrontación,

un trozo del inframundo en su clarividencia.

¡Maldita sea desobstruye tu mente!

¡Explica tus razones! ¡Ahora!

¡El destino esta justo aquí!

¡No simules ceguera! ¡Voltea a mirar!

¡Maldita sea abre tu corazón!

¡Abandona la inercia! ¡Ahora!

Al final no habrá ninguna conclusión

solo continuidad y auto-consentimiento.

Mira que criatura tan apacible eres,

sepultado dentro de ti mismo,

lejos del monopolio de las palabras,

desconectado del sonido de la multitud,

deseando no llamar la atención,

yaciendo bajo la luz tenue.

No preguntes por el,

no parece estar aquí,

deambulando en círculos

en oscuras aguas tranquilas,

deambulando en el confort si mismo.